El sonido estridente del teléfono le saco de su ensimismamiento logrando molestarle. ¿Quien se atrevía a interrumpirle en un día como aquel?, en especial cuando todo el asunto sobre una posible baja en las ventas gracias a  un par de personas estaba fresca y el debía anticiparse a los actos enemigos, a las posibles bajas, a todo lo que pudiera afectar aunque sea un poco el desarrollo de su empresa debía pensar claramente, mantenerme calmo y no cometer errores pues en casos como este un simple error era fatal.

Trato de ignorar el sonido pero este repicaba en su cabeza por lo que termino tomándolo para averiguar que deseaban. -Señor Benoit...tiene un mensaje...- Dijo la voz a través del teléfono de una manera cautelosa como si el azabache fuese a recriminarle si decía las palabras equivocadas, y no estaba fuera de la realidad solo que no iba a atacarle o gritonearle por avisarle de una cosa como aquella. -¿De quien? - Musito de manera seca esperando que se apurara a dar el mensaje y colgar. -Es de un tal Klauz, dice ser empleado en la fabrica- Por su cabeza pasaron varios rostros pero ninguno parecía responder a ese nombre aunque si se las había ingeniado para contactarle entonces no debía estar mintiendo y en caso de lo que lo hiciese pagaría caro su engaño. -¿Y bien?...¿Cual es el mensaje?- Dijo al cabo de unos instantes en los que no se oía mas que la respiración de la persona del otro lado del teléfono. -Dijo que tenia que ir a la fabrica para la revisión de los androides- Finalizo aquel hombre con esa misma manera cautelosa de hablar.-Esta bien...- Colgó el teléfono y se quede pensativo unos momentos, gracias a aquel comentario ya sabia que persona era la que osaba contactarme, se trataba de un viejo conocido pero como recordar el nombre de todos y cada uno de los empleados de la fabrica, tienda y demás, en especial cuando tanto estrés estaba sobre sus hombros.

Un profundo suspiro salió de su boca  mientras sus pies comenzaban a andar en dirección a la puerta, su paso era lento y firme como de costumbre. Abrió la puerta y salio solo para encontrarse con su asistente. -Prepara el auto- Musito sin dejar de caminar mientras el menor asentía leve y llamaba por teléfono para que todo estuviese listo en cuanto el azabache llegara a la planta baja de aquel enorme edificio. Subió al elevador y en cuestión de nada llego a la recepción donde algunas personas le saludaron. El respondió de manera cortes para después dirigirse al automóvil al cual no tardo en subir e indicar a donde deseaba ir.

El auto salió a toda velocidad hacia la fabrica a la cual tardaron un poco en llegar gracias al trafico. Logan bajo del auto en cuanto se estacionaron y el azabache bajo para adentrarse, saludando a otro par de personas. Descendió por los ascensores, camino por los pasillos hasta que llego a los laboratorios donde se llevaba el chequeo de todos los androides. -Buenas tardes-Dijo al entrar a la sala, posicionándose junto a Klauz mientras escudriñaba con la mirada a los androides hasta que se detuvo abruptamente al encontrarse con aquel problemático Delta que días antes había conocido. Hizo una mueca de disgusto y desvió la mirada.

Todos se quedaron en silencio a la espera de alguna orden, queja o palabra por parte del de cabellera azabache o que respondiera el por que de tan abrupta manera de detenerse pero cual fue la sorpresa de todos los presentes en cuanto escucharon una voz y no precisamente la del señor Benoit si no la de uno de los androides, esos que se suponía debían ser todavía más obedientes y silenciosos por naturaleza que los mismos empleados. Logan dirigió de inmediato sus ojos azules y fríos hacia aquel espécimen solo que en esta ocasión no se había sorprendido de semejantes palabras y de lo ofendido que parecía estar. El se limitó a lamentarse internamente, de todos los androides en la fábrica y tienda había tenido la desgracia de conocerlo a el y ahora de inspeccionarlo. Se mantuvo en silencio unos momentos más, soltó un suspiro pesado y le escucho sin muchas ganas, deseando mandarlo a fundir o partir en piezas para que dejara de darle dolores de cabeza por cosas insignificantes. Esta vez había sido una mirada, la anterior una palabra, eso le hacía dudar que se tratara de una buena inversión pero al encontrarse el creador 10 metros bajo tierra no había  siquiera alguien a quien reclamar o pedir explicación, ¿cómo era que un androide osaba comportarse de esa manera.

Todos los empleados miraron asombrados al androide, uno de ellos jamás se habría atrevido a siquiera dirigirle la palabra de no ser estrictamente necesario. Logan estaba dispuesto a responderle cuando le miro acercarse con toda confianza y acomodarle la corbata, esto simplemente le saco de sus casillas, no le había bastado con decir estupideces ahora también se tomaba la libertad de tocarle e intentar ridiculizarle frente a todas esas personas. -¿Descortés dices? -le dedico una sonrisa amplia mientras sus ojos seguían mostrando esa frialdad típica en el. -¿Por qué habría de ser cortes con alguien, o mejor dicho "algo", que no lo es?- se llevo las manos a la altura de la espalda baja y allí entrelazó su muñeca derecha con la mano contraria. -Aún me sigo preguntando como es que un espécimen con tus fallos está aquí, como es que has pasado las pruebas cuando muestras un comportamiento que bien puede compararse con el de un desdichado Zero.- Negó con la cabeza y le observo con detenimiento a sabiendas de lo mucho que le molestaba el ser llamado de esa manera y más cuando todos podrían estar de acuerdo con el. Fuera de la tienda era una historia totalmente diferente, todos se desarrollaban dependiendo del dueño que les cómprase sin embargo dentro de sus instalaciones los androides no solían, o más bien no podían, hablarles sin que se lo pidieran gracias a su programación y el hecho de que los vendedores, supervisores y empleados en general fueran vistos por ellos como imágenes de autoridad a las cuales obedecer, el hecho de comportarse así dentro de la fábrica o tienda solo podía explicarse con esa palabra.  Zero.

Logan no tenía  intención de perder más el tiempo con Cyan pues la revisión no se resumía sólo en ver el estado físico de los androides, también debía revisar el interior, el papeleo de todos los meses, e incluso años en algunos casos especiales, donde se encontraba anotado el procedimiento, piezas, materiales para crearlo y hablar con los creadores en caso de que fuera un modelo especial. El azabache extendió la mano y en cuestión de segundos una mujer con impecable apariencia le entregó una lista con el modelo de cada uno de los que estaban formados en ese momento, el volvió al principio de la fila y se acercó al número uno, un Alpha, tenía buen aspecto, risueño y aniñado justo como debía, su cabellera era de un rubio brillante y sedoso, su piel a simple vista se veía perfecta pero no bastaba con sólo verse bien así que acerco su mano y paso uno de sus dedos por su mejilla, la piel se sentía plástica, sintética como si estuviera tocando una máscara de látex y no aquella mezcla de químicos y materiales durante los  que tantos años habían gastado los científicos en su empresa. Una evidente mueca de disgusto se vio en su rostro. -Llevenselo  ahora mismo...- con eso basto para que uno de los presentes corriera hacia el pequeño alpha y lo tomara del brazo haciéndolo retroceder y encaminarse hacia el otro lado de la sala. Logan no iba a dejar pasar nada, absolutamente nada, sus creaciones debían ser perfectas en todos los sentidos aún si algunos pensaban que exageraba, que se había vuelto loco pero era esa locura lo que su imperio había creado, ¿o no?.

La revisión seguía como todas las demás, en calma, aun cuando varios de los modelos eran devueltos por simples detalles, pero eso bastaba para que Logan los rechazara, se devolvían a sus creadores y si eran detalles que pudieran reparararse entonces estarían en la próxima revisión, tales como la piel que, aunque era bastante tardado, podía cambiarse al igual que fibras inadecuadas para la simulación del cabello, detalles en el ensamblaje, esos a los que nadie, además de el pelinegro, les prestaba atención, podía estar un miembro ligeramente desalineado y aun así lo devolvería para arreglarlo. Todo tenia que estar perfecto, se negaba a vender algo que podía terminar siendo devuelto, eso generaría menos ganancias y daños a la reputación de la empresa y de su persona en si. El caso de los zero era totalmente distinto pues había gente incapaz de pagar las grandes sumas de dinero por un androide totalmente funcional que terminaba arriesgándose a comprar uno de ese tipo, en algunos casos solo tenían dañada alguna parte del cuerpo pero aun así podían usarse para distintas tareas que no fueran muy pesadas, en los peores casos les faltaba algún miembro o tenían daños en el software lo cual hacia bastante complicada su venta sin embargo "siempre hay un roto para un descocido" y estos terminaban vendiéndose mas de lo que se esperaba.

La fila se iba haciendo cada vez mas corta mientras la calma y silencio inundaban el gran laboratorio, nadie se atrevía a decir mas palabras de las necesarias, solo se escuchaba la voz del azabache resonando contra las paredes y las pocas palabras que salían de la boca de los empleados al llevarse a los androides indeseados, así debía ser para evitar problemas con Logan, todos lo sabían e incluso algunos desafortunados habían presenciado sus ataques de cólera cuando osaban interrumpirle mientras hacia algo importante o echaban a perder alguno de los productos por errores estúpidos y sin embargo, aun a sabiendas de todo ello se pudo escuchar el azote de la puerta al abrirse de manera brusca seguido de el resonar de los zapatos contra el suelo y una voz chillona haciendo eco contra las paredes.El azabache hizo una mueca de disgusto al tiempo que giraba el rostro hacia la dirección de la que provenía aquel ruido en busca del culpable, Algunos de los empleados le miraron con sorpresa, otros con temor, sin embargo el causante de tales estragos no parecía siquiera inmutarse ante la mirada fría del azabache, estaba tan inmerso en lo que quería que no se preocupo por la consecuencia de tan repentina intrusión. Observo con disgusto al hombre acelerado que corría hacia el con el teléfono en mano el cual le arrebato en cuanto estuvo a su alcance, se aseguro de poner la mano de manera que el interlocutor no pudiese escucharle antes de abrir la boca. -Se supone que tengo gente COMPETENTE en este lugar, capaz de encargarse de situaciones como esta pero ya veo que no.- Desvió la vista del rubio para atender la llamada, si de verdad se había atrevido a montar tal escena debía ser algo de suma importancia pues de no ser así desquitaría su furia mas tarde.

Se dedico a escuchar con atención al hombre tras el teléfono, estaba consciente de las compras que hacia continuamente, si bien no le era posible recordar los nombres de todos los clientes habidos y por haber, si podía recordar a los mas importantes. El azabache respondía con suma cortesía y aparente serenidad aun cuando segundos antes parecía un volcán a punto de hacer erupción, todo respecto a la llamada iba bien aunque le parecía extraño que el mismo se comunicara, eso solo le hacia pensar que aquel androide que tanto mencionaba era uno de los modelos mas recientes, aquellos a los que se les habían implementado características únicas y novedosas. -Esta bien, en un momento reviso la foto- Musitó de forma animada, el dinero siempre podía mejorar su humor, o el de cualquier, ¿o no?. Espero a que la alerta del envió sonara y reviso la fotografía que acababa de mandarle sin esperar encontrarse con su dolor de cabeza en la pantalla. La alegría mostrada se torno descontento una vez mas, ¿por que tenía que interesarse en Cyan de todos los modelos?. Se quedo pensativo, esa sería una manera lucrativa de deshacerse de aquel molesto androide, no tendría que lidiar nunca mas con el y recibiría una buena cantidad de dinero a cambio pero la moneda siempre tiene dos lados, corría el riesgo de que el hombre se molestara en demasía por la actitud del irreverente Cyan lo cual afectaría su relación con el e incluso las compras, volvió a tapar el micrófono para evitar que le escucharan al otro lado.  -Ughh... Cierra la boca de una buena vez por todas Adam, ya suficiente jaleo has causado con el escándalo de hace un rato, mejor ve por el expediente del Señor Hanz.- Le dedico una mirada de molestia aun cuando no era aquel rubio al que detestaba mas en ese momento. El rubio salio disparado en busca de lo que el ojiazul acababa de pedirle mientras Logan debatía sobre si venderlo o no, echo un vistazo a la ya pequeña fila pasando, obviamente, por el Delta al cual no le mostró especial interés. Era bueno para ocultar lo que sentía cuando la situación lo ameritaba y no podía permitir que nadie se diera cuenta de lo que tramaba pues prefería evitarse mas problemas con el androide.

Logan espero pacientemente por los papeles mientras charlaba animadamente con Hanz,o mas bien escuchando las palabras que salían como si no hubiera un mañana de su boca hasta que termino preguntandole sobre el estado de los demás androides, sobre la familia pues aun cuando normalmente los vendedores y empleados no sabían prácticamente nada sobre los clientes, Logan los conocía bastante bien, quizás mas de lo que ellos preferirían pero eso le evitaba problemas a futuro al pelinegro.

En cuanto el rubio le trajo los papeles Logan de inmediato los reviso sin dejar de parlar por el móvil hasta que dentro de su cabeza llego a la conclusión de que definitivamente sería mala idea acceder a la petición de Hanz, era uno de los clientes mas importantes, de haberse tratado de algún otro podría haber aceptado pero tratándose de el simplemente era muy arriesgado, ya habían tenido problemas una ocasión con el y debía evitar a toda costa un fallo mas por parte de Toy Box. Solo una cosa le restaba por decir para que el hombre no pudiera insistir. . -De verdad siento no poder darle ese modelo ya que es de mi pertenencia pero puedo ofrecerle otros con una calidad mejor, de ultima generación.- Se sabía que si Benoit tomaba una pertenencia no la soltaría ni por todos los millones del mundo aunque no estaba pensando en problemas que pudiese tener a futuro si alguien llegaba a enterarse de su mentira, si Hanz llegaba a averiguar que Cyan no era de el, o que, llegado el momento de su venta, llegase a verlo en manos de otro comprador.

Siguió hablando, intentando convencerlo de comprar algún otro, ya con todo el historial de compra e información de sus adquisiciones previas podía darle opciones muy buenas, mandandole los datos de la misma manera de antes esperando una respuesta buena de su parte.